La habitación Deluxe Suite ofrece vistas espectaculares y un ambiente relajante rodeado de naturaleza, lo que la convierte en un lugar ideal para desconectar. Además, la piscina es casi privada, proporcionando una experiencia más exclusiva y tranquila.

Sin embargo, las puertas y ventanas de la habitación son solo mosquiteras, lo que permite que el calor y la humedad se filtren, haciendo que el aire acondicionado tenga que trabajar más de lo necesario. Además, la habitación #7 se siente descuidada, con detalles como un piso manchado y baldosas del baño desiguales que no están a la altura del resto del hotel. También, sería ideal contar con actividades nocturnas, ya que las opciones se limitan una vez que oscurece y las playas son inaccesibles.

La experiencia en Finca Barlovento Maloka, Tayrona fue increíble. Las habitaciones tienen vistas espectaculares al río y al mar, y la comida es simplemente deliciosa. Además, acceder a la playa privada y disfrutar de la piscina al aire libre rodeado de naturaleza fue un verdadero lujo.

Aire acondicionado ruidoso.

os recomiendo este fantástico lugar for un respiro de fin de semana,

Maravilloso lugar, encantadora suite, con vistas espectaculares al río y al mar, es un deleite despertar rodeado de naturaleza. además, el acceso a la playa privada y la piscina al aire libre hacen de la estancia algo realmente especial, y está a solo una hora y media del Aeropuerto Simón Bolívar.

Todo ha sido ideal.

Un lugar de ensueño con vegetación exuberante y vistas increíbles. Personal amable y una zona de playa y río rodeada de naturaleza salvaje.

El aire acondicionado apenas funcionaba, pero al menos podías sudar con estilo.

Recomendado para amantes de la naturaleza

Las habitaciones son cómodas y amplias, especialmente disfruté de la tranquilidad que se siente al escuchar el canto de las aves. Un detalle que me dejó impresionado fue la atención del personal cuando decidimos quedarnos más tiempo. fueron muy amables y nos ofrecieron una habitación de cambio para que pudiéramos disfrutar de la piscina aún después de hacer el check-out.

No fue barato, pero definitivamente vale cada centavo.

La comida era impresionante y las vistas espectaculares.

maravillosa experiencia cerca de parques y atracciones naturales

disfruté de una habitación espaciosa con acceso a una piscina casi privada y la belleza del entorno natural lo hizo aún más especial, además de la cercanía a la entrada del Parque Tayrona y su impresionante diversidad de flora y fauna, lo que me permitió explorar caminando estos lugares en poco tiempo.

mi estadía en los naranjos fue increíble. las habitaciones son súper cómodas, con vistas espectaculares al lago y a la playa. la comida en el restaurante es exquisita, definitivamente un buen descanso.

falta de transporte para excursiones.

la comida era la mejor que probé en colombia. el aire acondicionado no funcionaba adecuadamente.

Ay, cómo me encantó la comida! Desde el desayuno hasta las otras opciones, todo un festín que me dejó babeando. Las vistas son espectaculares, un auténtico deleite visual. Además, el spa ofrece unos masajes buenísimos que son un abrazo al alma.

Sin embargo, el camino hasta el hotel tuvo su gracia con un guardia que me confundió un poco. Se notaba que no iba en serio, pero ya sabes cómo es la cosa. Nuestra habitación tenía ciertos detalles que se podían mejorar, aunque no le quitan brillo al lugar en general.

una habitación enorme con vistas impresionantes

comida deliciosa, áreas comunes hermosas

aire acondicionado ruidoso

El lugar es hermoso, con una habitación espaciosa y un acceso agradable a la piscina. Sin embargo, el servicio en el restaurante podría mejorar, ya que hubo que solicitar varias veces lo que necesitábamos. Además, no había elementos adicionales en la habitación que hicieran la estancia especial.

Sin problemas, cumple su propósito. Las habitaciones son amplias y bien mantenidas, además la comida es deliciosa y variada, con opciones veganas.

Finca Barlovento Maloka es un paraíso natural. Disfruté de una estancia maravillosa con una habitación espaciosa y acceso a la piscina casi privada. Las instalaciones son un homenaje a la cultura Kogui, y el personal es atento y amable. Aunque el camino a la playa puede ser complicado para algunos, la belleza del entorno compensa cualquier inconveniente.